El caos de mi vida parece sorprenderme, sobre todo por las noches, cuando todo está en silencio y me dedico a reflexionar qué habrá pasado con aquello que parecía ser permanente en mí y en realidad nunca lo fue.
Miro atrás y me doy cuenta de que mi mundo ha estado rodeado de locura y rapidez, los años han pasado surcando mis ojos y secando mis labios y de alguna manera no he alcanzado a comprender que todo lo que parecía definido, en realidad nunca lo fue.
Me he puesto a pensar que tal vez simplemente no hay nada que sea realmente inquebrantable, aunque la ilusión de conservar conmigo aquello que amaba y necesitaba, me llevara a pensar que en realidad así era. Tal vez simplemente debí aprovechar cada minuto en doblegarme a la grandeza de las cosas simples que me rodeaban, en amar intensamente y sufrir con pasión cada desengaño sin tenerle miedo al dolor, en reírme de todas mis locuras y hartarme hasta el cansancio de aquello que realmente me daba placer, sin pensar en un futuro que quizás no quisiera acompañarme.
Quizás solo teníamos una oportunidad de vivir cada una de las cosas que nos han ocurrido… ya que no hay nada que te garantice que lo vivirás nuevamente.
Quizás simplemente no me he vuelto a enamorar porque ya use mi ración correspondiente, y la sufrí y la viví y me inundo el mundo mientras duró, quizás ya ame lo suficiente. Quizás ya gaste mis reservas de asombros, de bocas abiertas y de emociones infantiles, puede ser que ya acabé con todos mis suspiros y con las expresiones ingenuas que me hacían reír después de la mueca.
Pero quizás y solo quizás, mi vida no ha sido en realidad tan caótica como parece, tal vez así debía serlo, tal vez ese era mi destino, tal vez así son todas las vidas, así son todos los mundos y todos los universos, llenos de ruinas y reconstrucción, llenos de intentos y fracasos, de risas y tristezas, de amores y desengaños, de comidas y hambrunas, de fe y de desesperación.
Quizás este casos que me rodea es la única manera de reinventar mi vida dentro estas ruinas eternas, quizás este caos me empuja a perseguir el balance en mi mundo y con él, encontrarme a mí misma.