lunes, 9 de septiembre de 2013

No te enamores de mí, porque de verdad no quiero!

No te enamores de mí, porque de verdad no quiero!
Pero a veces, porque te quiero, quiero enamorarme de ti,

Rápido pasa el impulso y vuelvo a la razón agotadora
De pensar que si te quiero, seguro te burlaras de mí.

Porque si por quererte muero en este juego insulso,
Gustosamente muero y me sacrificaría yo por ti.

Pero si para quererte debo dejar de quererme a mí,
Prefiero por favor pedirte que no te enamores de mí,

Si yo incansablemente quiero no quererte como te quiero a ti,
Quiéreme porque te quiero, pero más me quiero a mí.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Se busca amante del sobrepeso, para calentar noches de Diciembre y saciar calores de Marzo.

Anuncio!!! Se busca amante del sobrepeso, para calentar noches de Diciembre y saciar calores de Marzo”

Lo anuncio así porque califico, sin duda, en esta categoría, no peso 50 kilos ni tengo el cuerpo de Charlize Theron, no puedes contar mis costillas ni ver hundidas mis mejillas, las ojeras son de sueño y no por desnutrición, no uso relleno en mi sostén y mis pantalones me tallan como pintura, uso escote y sin mesura, muestro mis tobillos de algodón.

Como la mayoría de mis contemporáneas latinas, la carne se me abulta en las caderas, tengo curvas por montones y un calor ardiente dentro de mis venas, el fuego me revienta el zíper de la espalda y mis piernas, con frecuencia, son motivo de excomunión.

Necesito un amante del sobrepeso, que adore mis pechos como melones, que lama mi espalda como un néctar fundido, que beba de mí la esencia prohibida y que no le tema a mi pelvis erguida ni a mis piernas de ornamenta, que como troncos fomentan el escándalo en la ciudad.

Necesito un amante, que seguro de sí, no pretenda adelgazarme por cumplir con el comercio, ni pretenda ser un necio al anoréxica volverme, no intento convertirme  en crónicamente enferma al intercambiar mis caderas por un hombre maricón.

Busco a alguien que pueda llevarme el paso! Sostener el ritmo de mi intensa vida, que no le tema a mí inteligencia viva ni a las medidas de mi cuerpo, busco a alguien que quiera moverse al son de mis caderas, al son ardiente de las latinas, al son que quema, que mata y que llena!

Busco a alguien que quiera probar el dulce de la caña entre mis dedos, que me bañe en miel de dulce negro y que coma fresas de mi ombligo, que adore mi trasero y se pierda entre mis curvas, que acaricie mi cabello y pellizque mis mejillas, busco quien me quiera y desee poseerme, pero que cambiarme jamás intente, porque así me hizo Dios.

Latina pura, mujer prendida, rellena de fuego y de caña fundida, cada pliegue azúcar vivo, sabor de las montañas, el jarabe de la vid se me desborda en las entrañas, y en cada poro y por los ojos el insaciable ritmo del placer.

Necesito un amante del sobrepeso, no un hombre de moda, sino un campeón!





El empezó amándome

El empezó amándome, riendo de mis muecas al dormir y del sonido de mi risa, adorando mi cabello y acariciando mi cintura, amaba la forma de mis muslos y el peso de mis pechos y recorría mis volúmenes con sus dedos sin parecer saciarse, sujetaba mi cuello con ternura  consumiéndome en el placer de los cuerpos… tocando mi piel como si fuera a morir.

El empezó amándome, pasando tardes infinitas bajo un árbol, mirando el cielo sin propósito, solo acariciando mi mano; se perdía en mi mirada, la más hermosa del mundo decía, se acurrucaba en mi vientre y besaba mi ombligo; seguía los pliegues mi espalda dibujando figuras con sus dedos, que yo jugaba a adivinar.

El empezó amándome, amando mi intelecto, mi opinión, mi voz, la fuerza de mis pensamientos y la convicción en mis decisiones,  el empezó amándome y yo le ame, le ame profundamente pero esa  que fui ya no soy más y ese amor, que una vez fue, ya no lo es más…

El empezó amándome, pero con el tiempo su amor se transformó en deformaciones encarnadas, el fantasma de los miedos ataco su corazón, el pasado nublo su juicio y me convertí yo, una vez amada, en el enemigo resucitado de todos sus temores, me convertí en el objetivo de sus persecuciones, de sus burlas y agresiones, asumí el papel de víctima con estilo y poco a poco me deje destruir…

Me destruyo en el nombre del amor que me profesaba y yo lo soporte porque lo amaba, lo amaba con un amor enfermizo que lo soportaba todo, lo perdonaba todo, lo justificaba todo, porque simplemente lo amaba y quizás yo también, en medio del caos que me rodeaba, perdí también el juicio… quien lo sabe…  

Convirtió las caricias en golpes, las dulces palabras en crueles bofetones, mi mirada se nublo con el llanto de la amargura y mi risa se apagó. Me seguía en silencio, a escondidas, espiando mis vivencias, usurpando el detalle de mí privada libertad, espiándome, acosándome, asaltándome con sorpresa, destruyendo mis nervios y mi salud mental!

 Lo ame, como nunca a nadie, lo ame, lo amaba y me destruyo, pero esa  que fui ya no soy más y ese amor, que una vez fue, ya no lo es más…